La Mojada o la del Agua, como prefiera.
Mi existencia es complicada, vivo mojada de pies a cabeza, la humedad es mi hermana y las sales sus amigas. La mar es de humores cambiantes, a veces tan quieta que parece el anverso del cielo y otros días tan agitada que no la entiende nadie.
Si no fuera por la roca de basalto a la cual estoy agarrada con mis pies de hierro me habría derrumbada más de una vez pero mis amarres son firmes, soy sólida y al contrario del mar, predecible, no me muevo, nunca, no hay quien me haga cambiar de opinión.
Llevo en mí la luz, la eterna llama del marinero, del chalupero y del gran capitán, soy su santa más adorada, su única diosa verdadera, sin mi no pueden volver a pisar tierra, abrazar a sus retoños o a sus compañeras, dejarían de existir derivando eternamente por los mares del mundo. 
Soy el lazo entre sus soledades y el universo entero, siempre encendida, siempre.
Soy la vida, soy sus vidas.